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05 Septiembre, 2020
Playas paradisíacas, aguas cristalinas, un fondo marino Reserva Natural del Mediterráneo, y un encanto sin igual de su gente, de sus calles y de su gastronomía que hacen que un día en "L’illa" sea algo más que una simple escapada.
 
Frente a la costa de Santa Pola se encuentra la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.
 
 
La isla de Tabarca (Nueva Tabarca) es una pequeña isla del Mar Mediterráneo y se encuentra ubicada a unos ocho kilómetros de Santa Pola, y a más de veinte kilómetros de Alicante. La isla de Tabarca es un paraíso marino que ha sido declarado Reserva Marina de la Humanidad.
 
En sus orígenes, la Isla de Tabarca atrajo a piratas berberiscos. Para acabar con ellos, en el Siglo XVIII se amuralló y se instalaron allí familias de pescadores que venían de la ciudad tunecina de Tabarka (de ahí su actual nombre).
 
La forma más rápida y barata de visitar Tabarca es mediante una de las coloquialmente conocidas como “tabarqueras”, catamaranes con ruta diaria cada media hora entre Santa Pola y la isla, dotadas de visión submarina que harán que los 20 minutos que apentas dura el trayecto se hagan muy divertidos para grandes y pequeños. El horario de las “tabarqueras” 10:00 horas a 20:00 horas de lunes a viernes por un precio de 15.-€ el trayecto ida y vuelta por persona.
 
Además de las “tabarqueras” existen los llamados barco-taxis, que realizan por un precio algo más elevado trayectos privados entre el puerto de Santa Pola y que no están sometidos a horarios regulares.
 
 
En la isla de Tabarca
 
Nada más bajar del catamarán podemos divisar su precioso puerto con barcas rústicas. Al andar en dirección al pueblo nos encontramos a la derecha la entrada al pueblo amurallado y la Puerta de Levante o de San Rafael.
 
Las murallas que rodean el pueblo han sido declaradas “Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural”. Sus calles son preciosas para dar un paseo y (dependiendo de la época del año y la hora) inspiran mucha paz. Si las recorres podrás encontrar pequeñas tiendas de artesanías y souvenir y algunos restaurantes.
 
Caminando hacia el oeste de la isla se encuentra otra puerta de la muralla, la Puerta de la Trancada o de San Gabriel. Esta puerta sale a una zona rocosa con pequeñas calitas apartadas de la multitud.
 
 
Existe una tercera puerta llamada Puerta de Tierra o de San Miguel que es más pequeña y tiene salida donde antiguamente se encontraba el puerto.
Los otros edificios emblemáticos de la isla son la Iglesia de San Pedro y San Pablo y la Casa del Gobernador que ahora es un hotel.
 
Al otro lado de la isla, encontramos una zona de campo deshabitada, sin casas, sin calles, sin nada…la mejor forma de desconectar del mundo real. Allí es dónde se encuentran la Torre de San José, el Faro y el cementerio. La isla en total tiene unos 1800 metros de longitud y 400 metros de ancho, por tanto es factible dar una vuelta andando por toda su extensión.
 
Playas y Calas de Tabarca
 
Tabarca cuenta con 1400 hectáreas de Reserva Marina rodeando la isla. Hay muchas pequeñas calas y zonas rocosas donde poder pasar el día. Es recomendable (bueno, yo diría casi obligatorio) llevarse las gafas de bucear y contemplar el fondo marino. Aguas cristalinas y mucha vida marina. Es precioso.
 
 
También hay una playa principal de unos 200 metros de piedras y dentro tiene arena fina. Su agua también es transparente pero es la más saturada de toda la isla. Allí se pueden encontrar hamacas y sombrillas para alquilar, patinetes, chiringuitos, restaurantes.
 
Gastronomía.
 
Sin duda la gastronomía típica de la isla es una de las razones para visitar la isla y no querer volver. Aunque es cierto que en la isla puedes encontrar una variedad increíble arroces y mariscos, sin duda la estrella de la gastronomía tabarquina es el Caldero Tabarquino. Un exquisito plato de arroz elaborado con el mejor caldo del mar a base de pescado de la bahía de Santa Pola. Se suele acompañar el arroz con un pescado que normalmente se trata de “gallina” elaborado con un toque de “all i oli”. Otras variadades de caldero acompañan el arroz con bogavante u otras variedades de pescado pero en cualquier caso exquisitas al paladar todas ellas como el arroz negro o del platos tan típicos como el arroz negro o la típica paella, la receta más tradicional y que no podrás probarla mejor que en esta isla es el caldero.
 
 
Recomendaciones
 
* Si decidís coger el catamarán en Santa Pola, ir con tiempo e intentar aparcar por las calles cercanas al puerto para así evitar tener que pagar por dejar el coche en el parking del puerto.
 
* En la isla hay pocos lugares de sombra, por tanto es muy importante llevar protección solar y sombrilla (allí también se pueden alquilar).
 
* Indispensable probar la gastronomía de allí: caldero tabarquino, paellas marineras, marisco.

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